El valor pedagógico del teatro de títeres
Los niños desde pequeños acostumbran a jugar solos con objetos. Se agrupan espontáneamente y cada uno mediante el uso de la voz otorga características personales a su objeto. Es un principio de socialización; cada niño comienza a sentir la necesidad de:
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Esperar su turno para hablar
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Escuchar a los demás
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Respetar la opinión de los demás
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Expresar sus desacuerdos con argumentos convincentes.
EL TEATRO DE TÍTERES educa la audición, enseña al niño a prestar atención al mundo sonoro y a escuchar con interés lo que otros hablan, a percibir la belleza de la música y del ritmo.
El objetivo es generar a través del juego la interacción con otros niños y la creación de diálogos, alcanzando los principales objetivos del TEATRO DE TÍTERES en la educación, o sea, desarrolla:
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La percepción visual, auditiva y táctil
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La percepción de secuencia de escenas (noción, espacio-temporal)
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La coordinación de movimientos
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La expresión gestual, oral y plástica
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La creatividad
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La imaginación
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La memoria
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La socialización
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El vocabulario
Resulta importante destacar que el TEATRO DE TÍTERES es una excelente herramienta para diversas disciplinas curriculares ya que por un lado genera distracción mediante lo lúdico y a su vez capta la atención de los participantes.
Acuérdate; “Cualquier cosa puede ser un títere, cuando se tiene algo para decir”.
Hacer su propio títere es crear su otro “yo” sin inhibición.